También se le conoce como Ciclotimia.
Se caracteriza por una alteración crónica del estado del ánimo, presentando dos episodios, uno de ellos es el episodio depresivo, y el otro es el episodio de hipomanía. Tiene un comienzo temprano en la vida.
¿Qué es el estado del ánimo?
Se define como un tono de sentimiento generalizado y sostenido que se soporta internamente y que impacta en casi todos los aspectos del comportamiento y la conducta de un menor o un adulto en el mundo externo. Los trastornos del estado de ánimo se caracterizan por alteraciones marcadas en las emociones, es decir, bajadas de ánimo, llamadas depresión, o subidas, denominadas manía o hipomanía. Y en este concepto se incluyen el trastorno bipolar, la ciclotimia, la hipomanía, el trastorno depresivo mayor y el de desregulación disruptiva del estado de ánimo, entre otros.
¿Qué es la Ciclotimia?
La ciclotimia se define como un cuadro bipolar por debajo del umbral de la depresión, con manifestaciones afectivas de bajo grado de depresión mayor, y por debajo del umbral de hipomanía leve. Para que un niño o un adolescente reciba este diagnóstico, los citados episodios deben durar más de un año. En adultos los episodios deben durar más de 2 años.
Aunque se desconocen las causas, existe evidencia de que se debe a factores bio-psico-sociales. Aunque hay evidencia de que sí hay carga genética.
Por otra parte es necesario destacar que los sucesos traumáticos, el abuso infantil, la violencia son factores de riesgo importantes para su desarrollo.
Las personas con este trastorno suelen estar en uno o en otro período con pocos periodos del estado del ánimo neutro (eutimia), normalmente se les considera que tienen un humor cambiante, aunque esos cambios del estado anímico pueden interferir en su funcionamiento normal.
Los neurotransmisores involucrados en este trastorno, es decir, los mensajeros químicos que transportan, impulsan y equilibran las señales entre las neuronas y las células diana en todo nuestro organismo, aparecen alterados. Nos referimos aquí en concreto a los encargados del estado de ánimo, como la serotonina, la norepinefrina o la dopamina. Por ejemplo, lo esperable en estados más depresivos es que la persona presente un menor nivel de serotonina y norepinefrina. En cambio, en el caso de la fase maníaca, lo que se produce es un mayor nivel de dopamina.
Episodios:
Se fluctúa entre la depresión, la hipomanía y episodios neutros.
Son similares a los de Trastornos de Bipolaridad I y II, pero son menos graves.
Síntomas del episodio depresivo:
Sentirse triste, desesperanzado, vacío, ganas de llorar, irritabilidad, pérdida de interés en actividades que eran placenteras, cansancio, sentimientos de inutilidad y culpa; problemas de sueño, de peso; desasosiego, fatiga, sentirse lento, problemas para concentrase, elegir el aislamiento, pensar en la muerte o en el suicidio.
Durante la fase depresiva: se siente como si: "El mundo me come a mí".
Síntomas del episodio de hipomanía:
Euforia, sentirse exageradamente feliz o alegre, optimismo extremo, autoestima excesiva, hablar más de lo habitual, con ganas excesivas de socializar. Juicio deficiente que puede causar una conducta de riesgo o elecciones imprudentes, frenesí de ideas, conducta irritable, actividad física excesiva, mayor deseo para lograr objetivos (sexuales, sociales o del trabajo), menor necesidad de dormir, tendencia a distraerse fácilmente, incapacidad para concentrase.
Durante la fase de hipomanía: se siente como si: "Yo me como al mundo".
Que te recomiendo:
Busca ayuda con un profesional de la salud mental, este trastorno se trata mejor con Psicoterapia, la mejor es la Cognitivo Conductual. Es importante si te identificas con estos síntomas que te atiendas ya que no mejora por sí sola, sino que puede escalar a Bipolaridad. Este trastorno es delicado ya que al ser menos discapacitante las personas no se dan cuenta y es cuando escala a otro trastorno.
Los familiares algunas veces se dan cuenta y sufren las dificultades al vivir con alguien con estados de ánimo muy inestables.
Te recomiendo que cuando estés en la fase depresiva, aunque tengas ganas de aislarte, no lo hagas. Sal y busca gente. Haz ejercicio rítmico y que te lleve a seguir una secuencia acelerada. Por ejemplo: coreografías, box, kick boxing, haz un poco de lo que tenías programado aunque no tengas ganas, es decir ejecuta.
Cuando estés en la fase de hipomanía: Haz ejercicio que te de calma, yoga y respiraciones profundas, cuando vayas a tomar decisiones importantes o relevantes, aplica la pausa de 48 horas; tras este tiempo vuelve a evaluar.
Con pensamientos suicida busca ayuda cuanto antes.
Una notica muy buena es que si se puede tratar con el tratamiento adecuado de un especialista en la salud mental.
Recuérdate que los pensamientos van a pasar y veras todo desde otra perspectiva. Los pensamientos no son un hecho y no son una verdad absoluta.
Si te das cuenta no te recomiendo hacer las mismas actividades, sino ejecutar en cada una de ellas acciones diferentes; por ello el desafío principal es que logres identificar en que fase te encuentras, para lograrlo será necesario que desarrolles la auto-observación y que permanezcas curios@ de ti, de tu diálogo interno, ya que de ahí surge la toma de decisiones. Por esto es tan recomendable la Psicoterapia porque en las sesiones te ayudo a que logres llevar este proceso.